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INTRODUCCION A LA GEOGRAFIA

Humanidad en el espacio geográfico

La sociedad tiende a transformar el medio natural en el que vive en un medio geográfico, modelándolo según el concepto que sobre el espacio tiene la misma, a lo largo de la historia.

La primera gran transformación masiva del medio fue debida a la agricultura, si bien sólo en los siglos XIX y XX la eficacia de la transformación compromete el equilibrio ecológico en el que se sustenta la humanidad.

No todo el espacio está intervenido por las sociedades humanas, civilizadas, del mismo modo y con la misma intensidad. Se puede distinguir entre: paisaje natural, paisaje modificado y paisaje ordenado.

Las transformaciones que sufre el medio natural dependen del tipo de economía que tenga la sociedad que lo modifica, y su posible aprovechamiento económico. Se explotan aquellos elementos del medio que la sociedad es capaz de utilizar: los recursos naturales. Estos pueden ir cambiando con la técnica que la sociedad vaya elaborando, convirtiendo en recurso lo que no era, abandonando la utilización de los que eran tradicionales y utilizando un mismo elemento con mayor o menor intensidad, o para fines distintos.

No obstante, el aprovechamiento de recursos naturales es posible en cuanto que son accesibles o viables económicamente para las sociedades. Esta accesibilidad puede estar dificultada por un obstáculo natural que existe en el medio. La importancia de ese obstáculo natural depende de la técnica disponible para superarlo.

El valor que tiene el medio para las distintas sociedades depende del nivel técnico, el sistema económico y las finalidades que persiguen.

Pero la humanidad no es totalmente independiente del medio que le sustenta. Cada lugar en el espacio ofrece unas posibilidades limitadas para el desarrollo de la vida humana. La naturaleza influye decisivamente en el mantenimiento del equilibrio ecológico que sustenta a la humanidad y permite, o no, la explotación de un recurso.

En el medio natural el individuo está a merced de las condiciones naturales y de su propia biología; por eso intentará modificarlo.

En el medio modificado la persona depende menos de las condiciones naturales, aunque aún marcan su vida y sus ciclos, sobre todo si están relacionadas con el clima, pero provoca endemismos no necesariamente buenos para su salud.

En el medio ordenado la lucha contra los elementos de la naturaleza ha llegado al extremo de crear un entorno artificial de grandes dimensiones donde se desarrolla la vida humana, con las limitaciones que impone su propia biología, pero en gran parte al margen de las condiciones ambientales. Sin embargo, este medio artificial no es independiente de la naturaleza ya que necesita de ella para proveerse de los elementos naturales que son necesarios para la subsistencia, si bien se puede recurrir a ellos aunque se encuentren en lugares muy lejanos. El ser humano no puede sustraerse a su condición de ser natural.

La adaptación al medio o su radical transformación en ciudades, son respuestas diferentes que adoptan las distintas sociedades y culturas según su capacidad tecnológica y su organización social.

Lo que cada individuo de una sociedad piensa y siente del espacio en el que vive depende de cuál sea el uso que la comunidad haga de este y de su forma de conocerlo. Esta forma de pensar el espacio cambia a lo largo de la historia, con los sistemas económicos, y deja en el espacio su huella.

Según Pierre George la organización del espacio es un acontecimiento para responder a las necesidades de la comunidad local, del mosaico constituido por el espacio bruto diferenciado. Para Olivier Dollfus, a cada tipo de sociedad, y a cada etapa de la evolución histórica, corresponde unas formas de organización del espacio que es posible reunir en familias, a veces un tanto arbitrarias. Es conveniente, para cada familia, analizar la función de los limitadores naturales en las diferentes escalas, y las relaciones jerárquicas que se establecen entre los elementos constitutivos del espacio.

Actualmente la intervención del ser humano en el espacio se llama ordenación del territorio. 

crecimiento natural de la población

Los movimientos naturales de una población son aquellos que muestran el crecimiento o descenso del número de habitantes atendiendo únicamente a los nacimientos y las defunciones. Para ello debemos calcular la tasa de natalidad, la tasa de mortalidad y el crecimiento vegetativo.

La tasa de natalidad nos dice cuantos personas han nacido cada mil habitantes, en una población determinada.

  • mbox{Tasa bruta de natalidad} = frac mbox{Nacimientos} mbox{Población} times 1000

Se considera alta si está por encima de 30‰, moderada entre 15 y 30‰ y baja por debajo del 15‰. En la actualidad la en España la tasa está por debajo del 15‰.

La tasa de mortalidad indica el número de defunciones de una población cada mil habitantes.

  • mbox{Tasa bruta de mortalidad} = frac mbox{Defunciones} mbox{Población} times 1000

Se considera alta si está por encima de 30‰, moderada entre 15 y 30‰ y baja por debajo del 15‰. En España la tasa de mortalidad está en torno al 9‰.

De la misma manera que hay tasas brutas hay tasas específicas. Las tasas específicas para cada edad.

Más interesante que la tasa de natalidad en la tasa de fecundidad. La tasa de fecundidad sólo tiene en cuenta a las mujeres en edad de tener hijos.

  • mbox{Tasa de fecundidad} = frac mbox{Nacimientos} mbox{Mujeres entre 15 y 49 años} times 1000

Como son las mujeres las que tienen los hijos de ellas depende la regeneración de la población. Si hay pocas mujeres la posibilidad de reemplazo es muy pequeña. Esto se calcula con la tasa de reproducción.

  • mbox{Tasa de reproducción} = frac mbox{Niñas nacidas} mbox{Mujeres entre 15 y 49 años} times 1000

Para conocer si en una determinada población habrá reemplazo generacional usaremos las tasas netas. Para obtener la tasa neta de fecundidad es necesario hacer una tabla, semejante a la tabla de mortalidad, en la que para cada edad de la madre en una columna se pone los nacimientos, en otra la probabilidad de defunción de cada nacido y en otra los supervivientes. De esta manera se calcula cuántos hijos tendría una mujer a lo largo de su vida suponiendo que las tasas de natalidad y mortalidad se mantuviesen como en el año del estudio durante toda su vida. El resultado se da en hijos por mujer. Normalmente cuando se habla de tasa de fecundidad (a secas) se habla de esta tasa (también llamada tasa total de fecundidad). El valor mínimo de la tasa de fecundidad que asegura el reemplazo generacional es de 2,1 hijos por mujer. Es 2,1 (y no 2 exactamente; hombre y mujer) porque se considera que si cada mujer tiene dos hijos una pequeña sobremortalidad hace que no todos ellos lleguen a la edad de reproducción. La tasa neta de reproducción se calcula igual pero atendiendo sólo a las hijas nacidas, y el valor mínimo que asegura el reemplazo es 1.

Existe otra forma mucho más fácil de calcular este índice: la descendencia final. La descendencia final es el número total de hijos de las mujeres en edad fértil. Descendencia final = Número de hijos que tienen las mujeres entre los 15 y los 49 años. Si dividimos hijos entre mujeres también tenemos cuántos hijos por mujer hay en una determinada población. Al calcular el número de hijos que tiene una mujer se supone que no cuentan los hijos fallecidos, por lo tanto la tasa de mortalidad específica está dada. En todo caso debemos saber que ambas tasas son equivalentes.

También nos interesan las tasas de mortalidad específica, es decir cuanta gente muere de cada edad.

  • mbox{Tasa de mortalidad específica} = frac mbox{Defunciones de una edad} mbox{Población de esa edad} times 1000

Un caso muy concreto de tasa de mortalidad específica es la tasa de mortalidad infantil.

  • mbox{Tasa de mortalidad infantil} = frac mbox{Defunciones de niños menores de un año} mbox{Nacidos vivos} times 1000

La tasa de mortalidad infantil indica el grado de desarrollo de un país. Cuanto menor sea esa tasa mejores niveles de desarrollo, o al menos mejores prestaciones sanitarias para la población en general.

Con las tasas de mortalidad específicas de todas las edades se elabora la esperanza de vida. La esperanza de vida es la media matemática que se obtiene dividiendo todos los años vividos por toda la población por los niños nacidos en un año.

  • mbox{Esperanza de vida} = frac mbox{Todos los años vividos} mbox{Nacimientos}

La esperanza de vida indica el grado de desarrollo de un país. Los países desarrollados tienen una esperanza de vida por encima de 73 años. No obstante, la diferencia entre países desarrollados, que pueden llegar hasta siete años más, no necesariamente se debe a un mayor desarrollo sino al hecho de tener mucha población en las generaciones jóvenes.

El crecimiento natural, o vegetativo es simplemente los nacimientos menos las defunciones. Si hay más defunciones que nacimientos obtendremos un número negativo, o dicho de otro modo, en lugar de ganar población se pierde.

  • Crecimiento natural = Nacimientos — Defunciones

El espacio Geográfico

En su sentido más amplio, el ámbito del espacio geográfico es la “epidermis de la Tierra”. El espacio geográfico es cambiante y diferenciado, y su apariencia visible es el paisaje.

LOS CARACTERES DEL ESPACIO GEOGRÁFICO.

Un espacio localizable y diferenciado.

Todos los puntos del espacio geográfico so localizan en la superficie de la Tierra, definiéndose por sus coordenadas y por su altitud, pero también por su emplazamiento.

Como espacio localizable, el espacio geográfico es cartografiable.

Este espacio es asimismo un espacio diferenciado. Jamás un paisaje es estrictamente igual a otro. Goethe escribe que “todas las formas son semejantes y que ninguna es igual a las demás”.

Un espacio cambiante que se describe.

La faz de la tierra se modifica continuamente. Cualquier paisaje que refleje una porción del espacio lleva las señales de un pasado más o menos lejano, desigualmente borrado o modificado, pero siempre presente.

En el análisis del espacio geográfico se parte de lo que está presente, de lo que es visible, para alquilatar la importancia de las herencias y la velocidad de las evoluciones, para descifrar los sistemas que son las estructuras que actúan sobre el espacio.

El análisis de un paisaje urbano es asimismo revelador de su historia y de sus condiciones de desarrollo, y muestra el peso del pasado en la organización del espacio urbano en la época contemporánea.

Todos los relieves terrestres son el resultado de las interacciones entre las fuerzas endógenas, tectógenas, y las fuerzas exógenas, vinculadas en gran medida con el clima.

Generalmente se observa que el vigor de las transformaciones se ve favorecido por el paso de un sistema a otro o la sucesión de sistemas distintos en el tiempo.

El análisis de los ritmos de los cambios conduce a la investigación de los umbrales mas allá de los cuales se modifican los procesos. Cada proceso es activo únicamente entre dos umbrales, dos límites. Cuando se rebasa un umbral se desencadena un proceso y otro se extingue.

La homogeneidad de los espacios geográficos.

La noción de espacio homogéneo es de un uso tan corriente entre los geógrafos como entre los economistas. Para Boudeville, un espacio homogéneo es un espacio continuo, cada una de cuyas partes constituyentes, o zona, presenta unas características tan cercanas como las del conjunto.

La homogeneidad puede ser externa: en tal caso, una región homogénea será la que corresponde al área de extensión de un paisaje. La homogeneidad la proporciona entonces una formación vegetal dependiente del clima, o bien un tipo de topografía que se repite.

La homogeneidad también puede ser interna.

La noción de escala aplicada a un espacio geográfico.

El análisis de cualquier espacio geográfico, de cualquier elemento que interviene en su composición, y de cualquier combinación de procesos que actúan en y sobre el espacio, no es inteligible mas que si tiene lugar en el interior de un sistema de escalas de magnitud.

También sabemos que al cambiar de escala los fenómenos cambian no solamente de magnitud, sino también de naturaleza.

Se han presentado diversos intentos de clasificación de los espacios geográficos, tanto por parte de geógrafos orientados hacia el estudio de las formas del relieve como por geógrafos “humanos”.

El criterio fundamental es de orden espacial. Otra clasificación podría basarse en los climas o incluso dividir el espacio en función de los niveles de desarrollo: países desarrollados y subdesarrollados.

La cartografía es una técnica que, al permitir la figuración y la esquematización del espacio localizando sus elementos, implica obligatoriamente la elección de una escala.

El análisis y la comprensión de los fenómenos localizados en el espacio geográfico pasan necesariamente por la utilización de documentos cartográficos, en donde son seleccionados y representados unos elementos de naturaleza distinta en función de las escalas usadas.

EL HOMBRE Y EL ESPACIO GEOGRÁFICO.

La acción humana tiende a transformar el medio natural en un medio geográfico.

Aunque si bien la historia humana no es más que una fina película en el espesor de la historia del mundo, es una película que ostenta una posición capital para la comprensión y la explicación del espacio geográfico.

Paisajes naturales, modificados y ordenados.

El paisaje natural:

El paisaje “virgen” es la expresión visible de un medio que en la medida en que nos es posible saberlo, no ha experimentado la huella del hombre, por lo menos en una fecha reciente.

El paisaje modificado:

Aunque no ejerzan actividades pastoriles ni agrícolas, estas colectividades de cazadores y de recolectores en constante desplazamiento pueden modificar el paisaje de manera irreversible.

El paisaje ordenado:

Son el reflejo de una acción meditada, concertada y continua sobre el medio natural.

Los acondicionamientos que transforman el medio natural en un medio geográfico dependen tanto de la naturaleza como del grado de evolución económica y social de la colectividad

La noción de recursos naturales.

Los “recursos naturales” de un espacio determinado tienen valor únicamente en función de una sociedad, de una época, y de unas técnicas de producción determinadas.

Uno de los problemas de la ordenación del territorio es el del mejor uso posible de un elemento del espacio en función de las necesidades de la sociedad.

EL HOMBRE Y EL MEDIO.

El hombre y el medio modificado.

La adaptación a las condiciones de un medio dado puede ser el resultado de unas contingencias históricas que obligan a las colectividades a buscar refugio o a adaptarse a medios a priori difíciles.

El espacio geográfico es un espacio percibido y sentido.

La necesidad de descubrir el conocimiento que cada sociedad posee de su espacio es indispensable tanto para los análisis del geógrafo como para los del etnólogo, y también es útil para el historiador.

El significado del espacio cambia según los individuos y sus funciones, y también según las épocas.

EL SIGNIFICADO DE LAS DENSIDADES.

Mismas densidades y significado diferente.

La densidad de ocupación del suelo únicamente tiene valor si se le compara con el espacio concreto en el que está inscrita, en relación con la estructura socioprofesional de la población, su forma y su nivel de vida, así como la vida de relaciones que la anima.

Optimo de población, superpoblación y subpoblación.

El optimo de población únicamente puede existir mediante un equilibrio estático entre el número de habitantes y los recursos de que estos disponen durante cierto lapso de tiempo y en un espacio determinado. Mas allá o mas acá de este óptimo disminuyen la productividad por habitante y las rentas.

En opinión de Malthus, la superpoblación nace del aumento de una población que dispone de una superficie limitada, y cuyos recursos no pueden aumentar.

La subpoblación aparece cuando una sociedad se encuentra en la imposibilidad de funcionar de acuerdo con sus normas a causa de una disminución de la población, que provoca un descenso del nivel de vida para los que quedan.

Como escribe E. Juillard, “los campos se urbaniza, lo cual no quiere decir que se trasformen en suburbio, sino que salen de su aislamiento, y que participan de las mismas ventajas de equipamientos colectivos, de movilidad y de posibilidad de ascenso social que las ciudades”.

ESPACIO RURAL Y ESPACIO URBANO.

En las sociedades industriales las fronteras entre espacio rural y espacio urbano son cada vez más vagas y cambiantes.

El espacio rural.

El espacio rural es primeramente el ámbito de las actividades agrícolas y pastoriles. Por tanto, la población rural es la que reside en el campo.

La fisonomía del espacio agrícola y de sus componentes está estrechamente vinculado a las contingencias climáticas, cualquiera que sea el grado de desarrollo de la agricultura.

La sociedad que ocupa el espacio rural está profesionalmente mucho menos diferenciada que la sociedad urbana, y el nivel de vida medio y el nivel de consumo de sus individuos son inferiores a los de los habitantes de las ciudades.

El espacio urbano.

El espacio urbano es la superficie ocupada por las ciudades, o por lo menos la que se necesita para el funcionamiento interno de la aglomeración, y comprende las superficies edificadas, la red viaria urbana, las implantaciones de las empresas industriales y de transportes, los jardines, y los terrenos de esparcimiento y de ocios inmediatamente accesibles al ciudadano.

El espacio urbano es caro, a causa de su escasez, de las ventajas de situación y del equipamiento que se encuentra en él.

En el curso de la historia, un emplazamiento puede valorizarse y desarrollarse.

La influencia de las ciudades sobre su entorno.

Las relaciones ciudad - campo:

Históricamente, las ciudades únicamente pudieron nacer y desarrollarse cuando el campo logró retirar un excedente productivo que permitió abastecerlas.

La población de las ciudades es móvil y se renueva a menudo: es móvil entre las ciudades de una misma red urbana, pero asimismo es móvil entre el campo y la ciudad, cuando estos dos tipos de espacios conservan aún su significado.

Funciones urbanas y vida de relación:

La ciudad ofrece un conjunto de servicios, y no únicamente para sus propios habitantes, sino para los de ciudades vecinas o su entorno.

EL ESPACIO REGIONAL.

El espacio regional no es una porción cualquiera de la superficie terrestre; es una porción organizada por un sistema, y que se inscribe en un conjunto más vasto. Esta definición, tan confusa, demuestra la ambigüedad de la noción de región.

Las familias de regiones.

La región natural:

Es una de las más viejas nociones geográficas, basada en el papel determinante de los elementos físicos en la organización del espacio.

La región histórica:

Nace de un dilatado pasado vivido en común por una colectividad que ocupa un territorio.

La región, área de extensión de un paisaje:

Para M. Sorre la región corresponde al área de extensión de un paisaje. Tampoco en este caso interviene mucho la escala.

Un paisaje geográfico nace de la repetición de elementos sobre determinada superficie, elementos debidos a combinaciones de formas, y que pueden ser tanto físicos como humanos.

La evolución de la región.

Considerada como una individualidad geográfica, la región es un organismo que nace, se desarrollo y muere.

Unos límites regionales son lineales, claros, y otros se caracterizan por unas franjas de indeterminación, y ello tanto en el terreno físico como en el humano.

La organización del espacio requiere el conocimiento de su articulación en todas las escalas taxonómicas.

LOS TIPOS DE ORGANIZACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO.

A cada tipo de sociedad, y a cada etapa de la evolución histórica, corresponden unas formas de organización del espacio que es posible reunir en familias, aunque a veces sea de un modo algo arbitrario.

Los espacios acondicionados por sociedades “no desarrolladas”.

Las células pueden estar separadas unas de otras por sectores no ordenados, lo cual motiva un poblamiento discontinuo, pero que se repite sobre el mismo modelo, o bien, por el contrario, pueden estar unidas, en cuyo caso el espacio está ocupado sin solución de continuidad.

Estos espacios homogéneos, ordenados por unas sociedades primordialmente rurales, tienen extensiones variables: desde decenas hasta millones de kilómetros cuadrados.

La organización del espacio en los países industriales.

La organización del espacio se basa en la existencia de un tejido densísimo de redes diversificadas, complejas y complementarias, dispuestas de acuerdo con una trama cuyos fuertes nudos son los del armazón urbano.

Para comprender la articulación de los espacios geográficos de los países industriales se hace necesario analizar los diversos niveles de homogeneidad y las relaciones de polarización.

CONCLUSIÓN.

Cualquier espacio geográfico está organizado.

Esta organización depende de múltiples factores, algunos de los cuales están vinculados al medio natural, y otros a las necesidades y a las aspiraciones de las colectividades humanas.

Las acciones de ordenación del espacio geográfico están orientadas por dos series de preocupaciones:

  • Las de los medios de vida.

  • Las del marco de vida. (contenido sociológico y biológico).

BIBLIOGRAFÍA.

Autor: Olivier Dollfus, “El espacio geográfico”.

Editorial: Oikos-tau. (Colección ¿Qué sé?)

Copyrihgt: 1976.

 

El espacio

Geografía histórica

Geografía histórica

Geografía histórica es el estudio del humano, físico, ficticio, geographies teóricos, y “verdaderos” del pasado. Histórico geografía estudios una variedad amplia de ediciones y de asuntos. Un tema común es el estudio de los geographies del pasado y cómo un lugar o una región cambia con tiempo. Muchos geographers históricos estudian patrones geográficos con el tiempo, incluyendo cómo la gente ha obrado recíprocamente con su ambiente, y creado el paisaje cultural.

 

La geografía histórica intenta determinarse cómo las características culturales de varias sociedades a través del planeta emergieron y se desarrollaron, entendiendo su interacción con su ambiente local y alrededores.

 

Para alguno en los Estados Unidos, el término geografía histórica tiene un significado especializado: el nombre dado cerca Carl Ortwin Sauer de Universidad de California, Berkeley a su programa de reorganizar la geografía cultural (algunos dicen toda la geografía) a lo largo de las líneas regionales, comenzando en las primeras décadas del vigésimo siglo. A Sauer, un paisaje y las culturas en él podrían ser entendidos solamente si todas sus influencias con historia considerado: físico, cultural, económico, político, ambiental. Sauer tensionó la especialización regional como los únicos medios de ganar suficiente maestría en las regiones del mundo. La filosofía de Sauer era la talladora principal del pensamiento geográfico americano en el siglo de mid-20th. Los especialistas regionales permanecen en departamentos académicos de la geografía a este día. Pero algunos geographers se sienten que dañó la disciplina; que demasiado esfuerzo estuvo pasado en la colección y la clasificación de datos, y demasiado poco en análisis y la explicación. Los estudios llegaron a ser cada vez más área-específicos mientras que geographers más últimos lucharon para encontrar lugares para hacer los nombres para sí mismos. Estos factores pudieron haber conducido alternadamente a crisis de los años 50 en la geografía, que planteó preguntas serias sobre la geografía como disciplina académica en los Estados Unidos.

 

Este secundario-rama de geografía humana se relaciona de cerca con historia y historia ambiental.

El Tiempo Histórico

El Tiempo Histórico

Eddy Romero Meza (Investigador)
 
Según A. Trepat, dentro de la epistemología histórica de principios del siglo XXI, el tiempo histórico puede ser definido como la “simultaneidad de duraciones, movimientos y cambios diversos que se dan en una colectividad humana a lo largo de un periodo determinado” (1). Mientras para, R. Koselleck, el tiempo histórico es el núcleo epistemológico de la historia. Según este autor está conformado básicamente por dos componentes: cronología (historia estática), y la periodificación (historia dinámica).

Por su parte Neri, nos habla acerca del origen de este: “…el tiempo histórico se construye a partir de los conceptos de sucesión y duración, y después otros conceptos requieren ser enseñados más específicamente: periodización, cronología, cambio y permanencia, simultaneidad, etc.”.

En ese sentido se puede concluir también que el tiempo histórico es una construcción mental que los historiadores desarrollan a partir de sus investigaciones e interpretaciones. Así el tiempo histórico es el tiempo de la historia (subjetivo e interpretativo)

Pero también el tiempo histórico es un metaconcepto que se utiliza de distintas formas, entre otras causas, por las diferentes concepciones historiográficas.

Tiempo histórico no es el mismo que el físico, sino que corresponde al tiempo subjetivo. Es el tiempo que nace a partir de la interpretación que hacen los historiadores de los hechos, del pasado de las sociedades. El tiempo histórico es en definitiva aquel que permite conocer y explicar las sociedades a través del tiempo.
Dos grandes líneas interpretativas del pasado humano son el modelo positivista y el modelo estructuralista, estos conciben el tiempo histórico desde sus distintas visiones.

(1) C. A. TREPAT y P. COMES: El Tiempo y el espacio en la didáctica de las ciencias sociales. Barcelona: Graó-ICE Universitat de Barcelona. 1998.

evolución del hombre utilización de formas de energía construcción del espacio Geográfico

Ver 

 

http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen1/ciencia2/25/htm/sec_7.htm

El tiempo Histórico

Importancia Del Caracter Historico Y El Tiempo Historico En La Geografia

El estudio de la geografía de Q.Roo. Es algo fascinante sin embargo para lograrlo dependemos de muchas cuestiones y/o factores que a su vez dependen de diferentes ciencias para el completo entendimiento del tema; las ciencias y factores más importantes para el estudio de la geografía de nuestro estado (Q.Roo.) son:
    • La geografía.
    • La historia.
    • El carácter histórico del medio geográfico.
    • El tiempo histórico.

GEOGRAFÍA.
    La geografía es la ciencia que tiene por objeto estudiar las relaciones e interrelaciones que se dan en las cinco esferas terrestres.
  Existen cinco esferas terrestres que son:
  1) La atmósfera o esfera de los gases.
  2) La geosfera o esfera física, formada por las rocas y suelos.
  3) La hidrosfera o esfera de las aguas.
  4) La biosfera o esfera del hombre, y el conjunto de actividades que realiza.
  5) La antroposfera o esfera del hombre, y el conjunto de actividades que realiza.

Actualmente, la geografía es tal vez la disciplina académica que más campos abarca. Aprovecha la experiencia de una amplia gama de otras disciplinas, desde la ecología y la economía hasta la historia, la sociología y la psicología, así como la física, las matemáticas, entre otras.
    La geografía es la ciencia que estudia los elementos físicos, biológicos y humanos que ocurren e influyen en el planeta Tierra en su condición de lugar de residencia del hombre. Etimológicamente, la palabra geografía significa descripción de la tierra ya que proviene de los términos griegos:
    • Geo: tierra
    • Grafein: describir

    La geografía estudia los elementos que constituyen la superficie terrestre desde dos puntos de vista diferentes, que forman dos ramas principales:
    • Geografía general: estudia los hechos físicos y humanos individualmente, mediante un conjunto de disciplinas con fuertes vínculos entre sí y con otras ciencias auxiliares.
    • Geografía regional

Etc.

 

 

Tiempo en Geografía

Tiempo en Geografía

Artículo de la Enciclopedia Libre Universal en Español.

En todo análisis del espacio el geógrafo se debe recurrir a la Historia e integrar el tiempo y la duración en sus razonamientos. Una de las mayores dificultades en este tema es que normalmente nos tropezamos con diferentes escalas de tiempo. El geógrafo se encuentra ante elementos heterogéneos, instalados en épocas diferentes y que evolucionan a ritmos distintos.

El geógrafo se basa en lo que se observa en el presente y únicamente recurre al pasado con vistas a la comprensión del paisaje, para entender la evolución. No obstante, en la actualidad existe una corriente geográfica que pretende conocer cómo era el paisaje en el pasado histórico. El geógrafo trata de encontrar en el paisaje las huellas del pasado que nos han llegado.

Aunque de una manera un tanto arbitraria se distinguen, normalmente, tres tipos de tiempo: el tiempo cíclico, donde un fenómeno se repite en un intervalo corto, el tiempo histórico y el tiempo geológico. En todo paisaje encontramos elementos que se explican en, al menos, uno de estos tipos de tiempo. Por ejemplo: en una ciudad tenemos los desplazamientos diarios, el clima, la evolución de la ciudad y su asentamiento geológico.

Una de las características de los movimientos de la naturaleza es que no se producen de forma paulatina sino repentina. Si los movimientos son masivos pueden llegar a ser catastróficos. Por ejemplo: una ladera es estable hasta que llega a un punto de ruptura y se desliza. Pero para que alcance ese punto de ruptura ha tenido que acumular una cierta tensión a lo largo del tiempo. Los períodos de inactividad son más largos que los de actividad. Claro que esto sólo es verdad si utilizamos una escala de tiempo humana. Si hablamos de tiempos geológicos que una ladera se desplace cien metros en media hora supone un movimiento mínimo, y la erosión de una montaña puede considerarse paulatina.

En Geografía es particularmente interesante el estudio de fenómenos cíclicos y su evolución. Sin embargo, debe quedar claro que, hasta en Geografía, la Historia en ningún caso es repetitiva.

La noción de ciclo nos lleva al intento de crear modelos teóricos aplicables a cualquier situación. A diferencia de en las Matemáticas, en las que los modelos se aplican rígidamente para obtener resultados iguales entre sí, en Geografía el modelo sólo sirve para hacer una primera aproximación un tanto superficial. Sin embargo, el modelo sí es útil para conocer, teóricamente, el comportamiento aislado de un elemento. Luego, podremos determinar en qué medida lo observado en la realidad se ajusta a lo esperado. Pero si el modelo sirve para estudiar un elemento, se muestra ineficaz para explicar el paisaje, puesto que los elementos que actúan son tantos que se hace virtualmente imposible.

El gran peligro del modelo es que se convierta en el fin de la Geografía y se trate de ajustar la realidad al modelo, por encima de la observación. Pero también, que la observación de las singularidades no nos permita generalizar y construir modelos de aproximación. 

 

El tiempo cíclico se refiere a la primera noción de tiempo desarrollada en la historia del hombre. El ser humano- sometido a leyes naturales- imaginó el tiempo en función de esto; es decir, las estaciones del año, los tiempos de grandes sequías y lluvias, etc. Fueron principalmente las culturas orientales las que desarrollaron la filosofía del tiempo cíclico, aunque, por otro lado, las culturas occidentales la ampliaron y profundizaron. En las culturas americanas también hay referencias sobre una concepción circular del tiempo; y en general también todas las culturas politeístas están relacionadas con esta filosofía.

 

Los procesos geológicos y morfogenéticos, normalmente, ocurren tan lentamente que exceden las posibilidades de observación humana. Por esta razón los geólogos han ido desarrollando desde el siglo XIX una escala de tiempo, basada en eventos geológicos y biológicos globales, que se utiliza como marco de referencia temporal absoluta. Se toma como inicio la época de formación de la Tierra aunque se cuenta hacia atrás en millones de años. Los lapsos se establecen con criterios geológicos (estratigráficos) y biológicos. Los grandes períodos tienen un alcance planetario y son los fundamentales para establecer el tiempo geológico.

Las unidades litoestratigráficas son establecidas a partir de los caracteres litológicos de la sucesión estratigráfica. Son las más utilizadas ya que muestran una gran objetividad. La principal limitación están condicionadas por los ambientes sedimentarios.

Las unidades bioestratigráficas son establecidas a partir de las características paleontológicas fósiles que presentan las rocas estratificadas. Son bastante objetivas pues al basarse en la evolución, no son repetitivas y cubren un espacio que puede llegar a ser la totalidad de la superficie de la Tierra. La principal limitación consiste en que están subordinadas a la presencia de fósiles.

Geólogos y biólogos fueron estableciendo, simultáneamente, dos escalas de la historia de la Tierra: una estratigráfica, para las rocas y su fauna asociada (cronoestratigráficas), y otra cronológica, para el paso de un tiempo que no se sabía como medir (geocronológicas). La equivalencia entre las divisiones estratigráficas y las cronológicas es la siguiente:

Divisiones cronoestratigráficas Divisiones geocronológicas
Eontema Eón
Eratema Era
Sistema Periodo
Serie Época
Piso Edad
Cronozona Zona

La moderna escala de tiempos geológicos es una suma generalizada de acontecimientos geológicos planetarios (los menos), continentales (algunos) y regionales (la mayoría). Los límites son reales sólo en determinados puntos de la Tierra, en el resto, sólo son una fecha que no coincide con ningún acontecimiento geológico específico.

La historia geológica de la Tierra se ha dividido en distintas unidades. Lo más normal es usar las unidades geocronológicas, para las grandes divisiones, que ordenadas de mayor a menor son: eones, eras, periodos, épocas, y la estratigráficas para las divisiones de menor rango, que de mayor a menor son: series, pisos, zonas. 

 

El tiempo en Geografía

 

El tiempo

     En todo análisis del espacio el geógrafo se debe recurrir a la Historia e integrar el tiempo y la duración en sus razonamientos. Una de las mayores dificultades en este tema es que normalmente nos tropezamos con diferentes escalas de tiempo. El geógrafo se encuentra ante elementos heterogéneos, instalados en épocas diferentes y que evolucionan a ritmos distintos.

     El geógrafo se basa en lo que se observa en el presente y únicamente recurre al pasado con vistas a la comprensión del paisaje, para entender la evolución. No obstante, en la actualidad existe una corriente geográfica que pretende conocer cómo era el paisaje en el pasado histórico. El geógrafo trata de encontrar en el paisaje las huellas del pasado que nos han llegado.

 

     Aunque de una manera un tanto arbitraria se distinguen, normalmente, tres tipos de tiempo: el tiempo cíclico, donde un fenómeno se repite en un intervalo corto, el tiempo histórico y el tiempo geológico. En todo paisaje encontramos elementos que se explican en, al menos, uno de estos tipos de tiempo. Por ejemplo: en una ciudad tenemos los desplazamientos diarios, el clima, la evolución de la ciudad y su asentamiento geológico.

 

     Una de las características de los movimientos de la naturaleza es que no se producen de forma paulatina sino repentina. Si los movimientos son masivos pueden llegar a ser catastróficos. Por ejemplo: una ladera es estable hasta que llega a un punto de ruptura y se desliza. Pero para que alcance ese punto de ruptura ha tenido que acumular una cierta tensión a lo largo del tiempo. Los períodos de inactividad son más largos que los de actividad. Claro que esto sólo es verdad si utilizamos una escala de tiempo humana. Si hablamos de tiempos geológicos que una ladera se desplace cien metros en media hora supone un movimiento mínimo, y la erosión de una montaña puede considerarse paulatina.

 

     En Geografía es particularmente interesante el estudio de fenómenos cíclicos y su evolución. Sin embargo, debe quedar claro que, hasta en Geografía, la Historia en ningún caso es repetitiva.

 

     La noción de ciclo nos lleva al intento de crear modelos teóricos aplicables a cualquier situación. A diferencia de en las Matemáticas, en las que los modelos se aplican rígidamente para obtener resultados iguales entre sí, en Geografía el modelo sólo sirve para hacer una primera aproximación un tanto superficial. Sin embargo, el modelo sí es útil para conocer, teóricamente, el comportamiento aislado de un elemento. Luego, podremos determinar en qué medida lo observado en la realidad se ajusta a lo esperado. Pero si el modelo sirve para estudiar un elemento, se muestra ineficaz para explicar el paisaje, puesto que los elementos que actúan son tantos que se hace virtualmente imposible.

 

     El gran peligro del modelo es que se convierta en el fin de la Geografía y se trate de ajustar la realidad al modelo, por encima de la observación. Pero también, que la observación de las singularidades no nos permita generalizar y construir modelos de aproximación.